AMELIA FERRER
Desconocemos
aún el origen de su familia y cómo llegaron a radicarse en El Guapo, pocos
descendientes hay. Entre ellos destaca su hermana Antonia, Julio, quien era su
primo y su sobrino Eduardo, a quien ayudó en la crianza.
No
fue a la escuela, como algunos niños de la época, además, creció en un ambiente
donde era poco usual que las niñas estudiaran y comenzó a leer con ayuda de algunos
familiares quienes utilizaban para su instrucción ejemplares del periódico “El
Cojo Ilustrado”, era como un libro muy bien presentado.
Desde
muy temprana edad siente vocación por la enseñanza y un entrañable sentimiento
patriótico por su pueblo. Siendo aún muy joven, a los 13 años, funda en su
vivienda una escuela gratuita al servicio de todos los niños en edad escolar,
ya que no había centros de enseñanza en el pueblo y el analfabetismo alcanzaba
el 90% de la población.
En
ésta escuelita donde los estudiantes llevaban sus propios asientos permaneció
largos años, siendo el 19 de Mayo de 1927 cuando recibe su primer nombramiento
como preceptora de la escuela Mixta N° 45 con un sueldo de Bs. 129 mensuales.
En
Octubre de 1936, se crea una Escuela Unitaria para niños, era la N° 576, donde
es nombrada maestra N° 01 y funcionaba en la Calle Padre Zaldívar, antigua
Calle Real, posteriormente es trasladada a la Escuela Gabriel E. Muñoz en la
localidad de Higuerote, permaneciendo en esta
institución hasta el 25 de Noviembre de 1947.
En
1953 fue jubilada con una pensión de Bs. 400, quedando en ella la nostalgia de
no haber recibido ninguna distinción ni reconocimiento de sus largos años de
servicios por parte del Estado Venezolano, pero con el corazón lleno de gozo
por el calor y el aprecio que en todo momento le prodigó su pueblo a quienes
dedicó con inmenso sentido de causa los mejore años de su vida, en una de las
funciones más hermosas: La Educación.
Entre
los años 1960 y 1970 dictaba clases de catecismo también a niños de El Guapo en
su vivienda, que estaba ubicada al lado de
la Plaza Bolívar y muy cerca de la Iglesia. También en estos años,
Amelia, ya en avanzada edad, y sus pocos
familiares con los que vivía cambiaron su residencia, marchándose de El Guapo,
siendo vistos nuevamente en escazas oportunidades en los años posteriores.
En
1982, por decreto del Ministerio de Educación Nacional, se le asigna el nombre
de Amelia Ferrer al Ciclo Básico Común El Guapo, que ya venía funcionando desde
1978, quedando de ésta manera plasmado lo más anhelado de
la comunidad guapence, que la institución llevara el nombre de una docente con
méritos y querida por su pueblo.
Amelia
Ferrer muere el 02 de Marzo de 1991, a
los 94 años de edad. Asistieron a su sepelio familiares, compadres, ex alumnos,
amigos, ahijados, educadores y demás habitantes de El Guapo, con manifestaciones
de aprecio, cariño, amor, agradecimiento y dolor, con motivo de su muerte; para
así rendirle tributo a aquella mujer que en vida, compartía con toda abnegación
y bondad, sembrando todo lo que en mente tenía.
Felipe
Correa(+), cronista de El Guapo, escribió el 29 de enero de 1993 sobre su
último adiós lo siguiente:
“Tomasa
Amelia Ferrer Trejo, murió el 2 de Marzo de 1991 en la capital de la República,
en la Parroquia Sucre. Hicieron acto de presencia de su pueblo natal, sus
familiares, compadres, ex alumnos, amigos, ahijados y educadores; toda esta manifestación
de cariño, de amor y de dolor con motivo de su muerte, para así rendirle
tributo a aquella mujer, que en vida compartía con todas las clases y daba a
aquellas personas lo que de ella deseaban, sembró todo lo que en ella y su
inteligencia poseía, porque para ella no había chiquitos ni grandes, todos eran
iguales. Hoy, su memoria, en agradecimiento de sus buenas obras y recuerdos, ha
quedado en nuestras vidas y vivirá con nosotros, su pueblo, quien la vio nacer
y también morir.”
La
maestra Amelia Ferrer fue una mujer que compartía su cariño con la comunidad
sin distinción alguna, para ella no había chiquitos ni grandes, a todos los
trataba por igual, en especial a los niños. Muchos habitantes de El Guapo la
recuerdan, muestran sus cualidades de buena persona, de excelente maestra,
incluso, hasta el modo de caminar y las características de su rostro.
Amado Cornielles
Gracias infinitas por honrarla de esta hermosa manera
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