RESEÑA HISTÓRICA DE LA PROCESIÓN Y PARRANDA
DEL NIÑO JESÚS DE EL GUAPO
(RESUMEN)
Hablar de El Guapo sin mencionar nuestra máxima expresión de cultura popular es casi imposible. Además de nuestros hermosos paisajes, de la altísima calidad humana y del potencial que tenemos, también la Procesión y Parranda del Niño Jesús de El Guapo, forma parte de nuestros más preciados tesoros.
Ésta tradición se realiza en nuestro pueblo desde el año 1915, aunque algunos historiadores y vecinos ponen en tela de juicio ésta fecha. Al principio, en los tiempos del Padre Francisco Zaldívar, consistía solo en llevar al niño a algunas casas y caseríos donde las mujeres, acompañadas de algunos caballeros y niños, rezaban y llevaban velas encendidas con mucho orden y respeto. Ésta procesión tenía características muy notables, la Imagen del Niño Jesús era llevada en un nicho adornado con flores silvestres que se iban colocando a medida que recorría las casas; en cada hogar que visitaba le agregaban flores cultivadas en sus patios y jardines.
En las casas donde era recibido el niño Jesús, al igual que en nuestros días, la feligresía daba ofrendas al Niño las cuales eran cargadas por los responsables de la Procesión. Entre estas ofrendas figuran flores, animales, colaboraciones, comidas y bebidas; siendo muy importante recordar el famoso licor llamado “amorcito” que preparaba la Señora Petra Orta para quienes acompañaban la procesión. Y así, infinidad de dulces, y algunos platos fuertes se ofrecían a los que acompañaban al Niño Jesús en su recorrido.
Una anécdota curiosa, que aún cuentan algunos de nuestros abuelos, es que para los inicios de ésta actividad llegaron a existir hasta tres niños, uno de los cuales tenía la cabeza de oro y que era llamado “el niño milagroso”. Después de la muerte del Padre Francisco Zaldívar, en 1928, un desconocido vendió la imagen del niño milagroso. Hasta la fecha no apareció rastros del vendedor, del comprador, ni del niño.
Con el pasar de los años, fueron cada vez más casas las que abrían las puertas para que el Niño Jesús entrara a bendecir sus hogares y concederles favores.
Es en el año 1985 cuando se incorporan las parrandas a la procesión y ésta da inicio a una Nueva Era de la tradición, en la cual destaca más el aspecto festivo sin dejar atrás la religiosidad y las manifestaciones de fe. También en el año 1985 la Señora Elena Hernández pone en manos de una persona muy importante para la comunidad guapense en lo que respecta a la procesión y parranda del Niño Jesús la responsabilidad de ésta tradición, es la Señora Rosa Correa, quien se encargó por más de 30 años de la actividad.
En 1990 se incorpora a la manifestación la Danza de las Banderas, donde decenas de banderas multicolores son ondeadas para dar colorido al momento final de la parranda del Niño Jesús, esto en la Calle Padre Zaldívar, junto a la escuela, hasta la Iglesia el día 6 de Enero.
En esos años también se le encarga a una persona denominada “guatanero” la administración del licor ofrendado en algunas casas a los parranderos. Y a partir del año 2013 se delega la figura de los custodios y custodias del Niño Jesús quienes serán los responsables de velar por el orden dentro de la actividad, así como de recoger las velas y colaboraciones ofrendadas de casa en casa.
El ambiente festivo tomó un espacio amplio y el consumo de bebidas alcohólicas en exceso es inevitable, incluso algunos asistentes lo hacen delante de la imagen sagrada del Niño Jesús. Esto representa un trabajo fuerte para los custodios y custodias del Niño Jesús y el guatanero o guatanera.
También a partir del año 2013 se agrega el encendido de todas las velas recogidas de casa en casa al momento del cierre de la actividad, y se recobra la denominación de “Procesión y Parranda del Niño Jesús”.
En el año 2015, una nueva actividad pasa a
formar parte de ésta manifestación cultural, me refiero a la serenata que se da
al Niño Jesús en el templo parroquial el 4 de enero, faltando sólo horas para
los días centrales de la fiesta en su honor. En éste acto, organizado por la
Cofradía del Niño Jesús, se reviven momentos de la procesión y parranda de años
anteriores, se entregan reconocimientos especiales a cultores, parranderos y
promeseros de la comunidad que rinden honor año tras año al Niño Jesús.
Esta manifestación fue declarada Patrimonio Cultural del Estado Miranda por parte del Consejo Legislativo y la Red de Patrimonio Cultural del Estado Miranda el 6 de Junio del año 2004. Y desde entonces el Estado contribuye monetariamente para los gastos que la misma manifestación causa. Así los egresos de la cofradía son cumplidos con éste aoprte y con las colaboraciones que los habitantes de la población dan al Niño Jesús cuando visita sus hogares en la procesión y parranda del año anterior.
Esta manifestación fue declarada Patrimonio Cultural del Estado Miranda por parte del Consejo Legislativo y la Red de Patrimonio Cultural del Estado Miranda el 6 de Junio del año 2004. Y desde entonces el Estado contribuye monetariamente para los gastos que la misma manifestación causa. Así los egresos de la cofradía son cumplidos con éste aoprte y con las colaboraciones que los habitantes de la población dan al Niño Jesús cuando visita sus hogares en la procesión y parranda del año anterior.
La
fe en nuestro Niño Jesús se manifiesta en las personas que han pagado promesas
y que incluso, éste año se encuentran pagándole promesas al Niño. Salud es lo
que más piden al Niño Dios. Miles de personas acompañan con devoción al Niño
Jesús en su recorrido por las casas del pueblo, cantando parrandas y
aguinaldos, llenando de alegría y bendiciones cada hogar que visitan y
reviviendo año tras año el reencuentro de sus hermanos y amigos guapeños.
No me queda más nada que invitarlos a
vivir y formar parte de esta tradición que año tras año nos acerca
más con nuestros familiares, vecinos y amigos cada 5 y 6 de enero. No me atrevo
a pedir otra cosa que no sea: QUE EL NIÑO JESÚS BENDIGA TU HOGAR.
LUIS ENRRIQUE DIAZ
numca olvidemos a rosa correa y la parranda del guapo que siga que siga es mario machado
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