Ir al contenido principal

FELIPE CORREA (Biografía)

(Texto tomado de su “autobiografía”)


Felipe Rafael Correa Nació en el Municipio El Guapo, Distrito Páez del Estado Miranda el día lunes 11 de mayo de 1919, a las 10 am. En la casa de Antonio M. Correa y Rosa T. de Correa (abuelos), situada en el sector denominado Pueblo Abajo. Hijo de Eva M. Correa de 19 años de edad natural de este municipio y Rafael Alcia R. de 31 años de edad, natural de Barcelona, estado Anzoátegui.
Este guapeño pasó su niñez con su madre ayudándole en la casa haciéndole mandados; buscando agua, leña. También cargó agua a particulares, se ocupó de la agricultura ayudando a un tío. Realizó actividades de pesca en lo que fueron las caudalosas aguas del río Guapo.
Asistió a la escuela a la edad de 8 años. No recibió mayor educación por motivo de enfermedades contagiosas, tales como sarampión, tosferina y la terrible buba. Esta última lo agobió durante varios años, dejándolo “tuyido”, sin poder pararse por mucho tiempo. Después que pasó esta peste, a los 15 años, trabajó ayudando la agricultura a sus familiares en la Hacienda El Guamito, hacienda de su abuela, hasta la edad de los 20 años.
Luego fue empleado en la casa de los hermanos Martínez M., en San Fernando de El Guapo, casa dedicada a la comercialización de víveres, representada por su tío Antonio M Correa T, devengando un sueldo de Bs. 30 mensual con gastos pagos, retirándose de esa el 19 de agosto de 1942. Se quedó ayudando a su tío en un expendio de víveres en San Fernando.
Después fue empleado para Río Chico, en otra casa comercializadora de víveres, la del Sr. Humberto Menginou devengando un sueldo de Bs. 50 mensual, durando en dicho trabajo 3 años retirándose por enfermedad y poco sueldo en el año 1946.
Trabajó con el Sr. Benito Hernández en El Guapo, devengando inicialmente un sueldo de 130 Bs. Y luego 160 Bs., mensual. Allí estuvo hasta principios del año 1947 donde se vio muy enfermo. Tuvo que tomar unos días de vacaciones para tomar remedios. Se puso muy grave en Río Chico en la casa de un primo, Chucho Correa y su Sra., María Peña. Recuperó su salud después de varios meses, volviendo a dicho trabajo al tener mejoría, retirándose más tarde en el mes de octubre de 1952 para trabajar por su cuenta con un ofrecimiento que le hizo el Sr. Humberto Menginou, un crédito para que trabajara en esta localidad o en otra parte, prefiriendo esta plaza la cual empezó a trabajar en casa del Sr. Candelario Pacheco, pagándole un alquiler de 50 Bs. mensual durante un año, la que después le aumentaría a 60 Bs. mensual, allí trabajó hasta el año 1955, que le paró el crédito y le ofreció el negocio de expendio de vivieres de Río Chico donde duró 5 meses, volviendo a su negocio en 1956 que lo había dejado a cargo de su hermano Antonio Hernández Correa, el cual tuvo que cerrar por mala situación en el año 1957, quedando ayudando al hermano en el “Bar El Guapo”. Negocio que aún existe en nuestra población.
También el 28 de febrero de 1959 se fue a ayudar en Higuerote durante la Semana Santa donde estuvo 2 meses devengando un sueldo de 250 Bs. Mensual, en el negocio de su tío Antonio M Correa T. Estuvo allí hasta el 5 de mayo del mismo año. El resto del tiempo que estuvo sin trabajar se ayudó con los alquileres de su casa y la economía que ha tenido y siempre se mantuvo ayudando al hermano en el Bar y al tío Antonio en Higuerote.
El año 1961 en el mes de febrero y marzo del corriente trabajó en el Censo Nacional devengando Bs. 25 diario, en esa oportunidad duró 1 mes y 3 días de trabajo. Eso le permitió tener la experiencia necesaria, para participar en los Censos poblacionales del año 1971 y 1981.
Felipe siempre trató a todo el mundo con respeto y consideración, hombres, mujeres, niños y niñas y a las autoridades. No tuvo ningún vicio, sino el de las mujeres, tal como siempre decía, no representó ninguna mujer aunque tuvo varias novias.
Una faceta de su vida, poco conocida por su familia y sus amigos, fue el apoyo que prestaba a los jóvenes guerrilleros que en la década de los 60, quisieron tomar el cielo por asalto y lograr un mundo mejor, internándose en las montañas de El Bachiller, cadena montañosa que une al estado Miranda con Guárico. Por diversos mecanismos de correaje le hacía llegar suministros y comida, para que muchos de ellos sobrevivieran.
El deporte que le gustaba era el béisbol. Jugó en el Club Alas en San Fernando 1ra base y pitcher. También en el Club revolucionario en El Guapo como pitcher, y jugó bolas criollas, pero el favorito fué el béisbol, los demás los conoció bien. Otro equipo del que formó parte fue el Club Nery, quien rivalizaba con otro Club de nuestro pueblo llamado Los Locos. Los implementos deportivos como bates, guantes y pelotas eran fabricados por él de una manera artesanal y los llevaba a los intercambios deportivos. Eso le daba cierto poder, ya que si no lo incorporaban a jugar, por lo general se los llevaba y se acababa el desafío deportivo.
Trabajos conoció varios, sin dedicarse a ninguno, perdió a su madre un día del mes de enero de 1941, en El Guapo y a su padre el 20 de febrero de 1961 en Zaraza estado Guárico.
Es importante decir también, que fue funcionario público en varias ocasiones. Sus funciones fueron la de Presidente de la Junta Comunal de El Guapo y trabajó como munícipe en distintas gestiones administrativas, siempre con la intención de servir a su querido pueblo y buscar la mayor suma de felicidad posible para sus habitantes bajo el lema del orden y la disciplina. La última función pública que desempeñó fue la de Cronista Oficial de El Guapo, lo que ha permitido que muchos de los hechos históricos sucedidos en esta población se mantengan en la memoria colectiva, mediante el apoyo y asesoramiento a estudiantes que han realizado investigaciones y presentado trabajos de grado en liceos y universidades del país.
Mantuvo siempre sus archivos muy ordenados, conservando nuestra historia guapeña y barloventeña.
Aún pasados los 90 años de edad, Felipe asistía semanalmente a Misa en la Iglesia Parroquia San Felipe Neri de El Guapo, recorría las calles del pueblo abajo, haciendo estaciones en el Club de Abuelos Mamá Goya y en casa de algunos amigos. No andaba con apuros y mostraba interés en conversar con todos sobre actualidad, pero se mostraba más interesado en hablar de la historia de éste pueblo que lo vio crecer.
Se dedicó a realizar trabajos artesanales en su vivienda, los cuales obsequiaba a los habitantes del pueblo en fechas especiales del catolicismo, como navidad, semana santa y las fiestas patronales de San Felipe Neri.
Después de haber sufrido una caída, que le redujo la movilidad, estuvo en su casa recibiendo cuidados especiales, con ayuda de sobrinos y otros familiares, quienes le acompañaron hasta su muerte, el sábado 17 de diciembre del año 2016, a los 97 años de edad.
En su último adiós, amistades y vecinos de la comunidad acompañaron hasta su última morada, rindieron emotivas palabras en su vivienda y posteriormente en la Iglesia. Sus restos reposan en el cementerio de la localidad.

Retrato de Felipe Correa (Luis Gómez), forma parte de la colección "La Pintura muestra lo más simbólico de mi pueblo" de la Fundación Despertar de El Guapo.



Luis Enrrique Díaz


Diciembre, 2016

Comentarios

  1. Muy explícita Biografía de Éste excelente personaje de nuestro pueblo.. Muy conversador y bastante ilustrado en muchísimas cosas.. Recuerdo que siempre se aparecía en algunas instituciones públicas con algunas galletas de soda o cazabe para las secretarias como obsequios.. Particularmente tengo muchos recuerdos del Sr. Felipe.😊

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Serafín Álvarez

Médico, Abogado. El Doctor Serafín, como le conocemos en este pueblo, nació en Río Chiquito, caserío que se encuentra en las zonas montañosas que hoy abarcan la Represa de El Guapo, el jueves 12 de octubre del año 1961. Hijo de Gregorio Pinto y de Gracia Álvarez, es el sexto de diez hermanos. Cursó sus estudios de primaria en el Grupo Escolar Felipe Neri entre los años 1970 y 1976, y de niño jugaba con los instrumentos habituales del agricultor artesanal, imitando sus quehaceres y soñando con dedicarse a cultivar la tierra como sus padres. Fue un niño muy terrible, hasta el punto de que las personas mayores lo rechazaban por altanero, malcriado, respondón e irreverente, razones suficientes para registrar unas “buenas pelas” en su infancia y juventud. Me cuenta el Dr. Serafín: “Fui un niño trabajador a temprana edad, trabajaba la agricultura para ganarme el pasaje para ir al liceo de Río Chico a estudiar, hacía contrato de limpiar haciendas, me contrataban la señora Fabiana Colina, Tori

BIOGRAFÍA DE AMELIA FERRER

AMELIA FERRER Doña Amelia Ferrer Trejo, maestra ejemplar de gran vocación, dedicada a impartir enseñanzas, nació  en El Guapo, Municipio Páez del Estado Miranda el día 10 de Julio de 1896. Sus padres fueron Don Amador Ferrer y Doña Vicenta Trejo de  Ferrer. Desconocemos aún el origen de su familia y cómo llegaron a radicarse en El Guapo, pocos descendientes hay. Entre ellos destaca su hermana Antonia, Julio, quien era su primo y su sobrino Eduardo, a quien ayudó en la crianza. No fue a la escuela, como algunos niños de la época, además, creció en un ambiente donde era poco usual que las niñas estudiaran y comenzó a leer con ayuda de algunos familiares quienes utilizaban para su instrucción ejemplares del periódico “El Cojo Ilustrado”, era como un libro muy bien presentado. Desde muy temprana edad siente vocación por la enseñanza y un entrañable sentimiento patriótico por

Procesión y Parranda del Niño Jesús de El Guapo, 2024.

  Devotos y parranderos llevaron la imagen del Niño Jesús por las casas del pueblo en su recorrido Nº 109. Cantando y rezando, la multitud caminó con el Niño durante más de 36 horas continuas, derrochando alegría y manifestaciones de fe. Este recorrido se cumple bajo los preceptos de la tradición local que inició en los tiempos del Padre Zaldívar, en el año 1915. En la actualidad, la imagen del Niño es llevada casa por casa por las distintas calles del pueblo; las custodias o celadores son los responsables del orden dentro del recorrido y quienes preparan todo lo concerniente a la manifestación religiosa, que se mezcla con la cultura popular y da como resultado un encuentro maravilloso entre hermanos guapeños y visitantes. En la cesta del Niño Jesús van depositando flores, una vela encendida da la señal a los parranderos para iniciar los cantos mientras que los dueños de casa rezan, cantan, bailan y aprecian con devoción la imagen sagrada. Hechos relevantes sucedieron en esta oport