El Guapo, 24 de Mayo de 1985
Por: Alberto Domínguez
(fragmentos)
A partir de hoy, 24 de mayo de 1985 y hasta el domingo 26 de los
corrientes, la población de El Guapo y sus innumerables caseríos aledaños se
visten de júbilo y de incontenible alegría para celebrar sus tradicionales
fiestas patronales que año tras año se llevan a cabo en estas fechas, en honor
a su exelso patrón San Felipe Neri.
(…) De esta manera nos encontramos que en nuestra región barloventeña,
donde ya son conocidas internacionalmente sus manifestaciones folklóricas
negroides, con gran belleza, fantasía y colorido, a través de la mina, el
tambor y el canto de fulías, sus pueblos y caseríos inspirados por una profunda
fe religiosa, heredadas de sus antepasados españoles que invadieron nuestro
territorio americano durante la conquista y la colonia, y ese temperamento
alegre, jovial y bonachón del barloventeño hacia lo festivo, lo tradicional y
lo popular (…).
(…) Los pobladores de El Guapo, históricamente han sido consecuentes
creyentes y seguidores de la doctrina cristiana. En tal sentido, el 99% de sus
habitantes profesan la religión católica. Veneran con marcada fe y
devoción su santo milagroso, San Felipe
Neri, patrono de todos los guapenses.
(…) La fecha es propicia, también, para dar rienda suelta a la celebración
de actos populares, donde guapense pone de manifiesto , primero, su bondad y
hospitalidad con personas que nos visitan para disfrutar con nosotros estos
días festivos, y segundo, su espíritu alegre, amplio y cordial que los lleva a
olvidar, aunque sea por momento, aquellos sinsabores que genera la vida
cotidiana (…).
Recordemos la época cuando el único medio de comunicación que existía en
la región era el ferrocarril (…) La gente disfrutaba a placer las
presentaciones de los grandes arpistas y bandolistas de entonces: Inocencio
Caraballo, Juan Esteban García y el incomparable Juan Rebolledo. Ellos junto al
gran cantante Chaté, constituían el gran show del Joropo.
(…)
Ahora, con los adelantos y las vías de comunicación fácil, la esencia de
estas festividades han sufrido una profunda modificación. Son pocas las
manifestaciones originales que quedan. Los males de la civilización han
contagiado a las nuevas generaciones y solo queda el recuerdo de aquellos días
gratos e imperecederos.
(…)
Para concluir mis palabras en este día de júbilo, solo me resta pedirles a
mis coterráneos y amigos que quieren este pueblo, aceptar el reto. El Guapo
requiere urgente atención, necesita meterle el hombro con amor filial, con
entereza. No es posible seguir postergando el desarrollo económico, cultural
y social, sus hijos tienen la palabra. Son
mis deseos sinceros que disfruten estas fiestas patronales de la forma más sana
y emotiva y que la fuerza espiritual de nuestro patrono San Felipe Neri, nos
guie y nos ilumine el camino del
desarrollo y la prosperidad.
Muchas Gracias
Alberto Domínguez
Mayo, 1985
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