Familia Olivo Velásquez




El Guapo guarda un tesoro invaluable, con rasgos multiétnicos y de gran importancia en el proceso de evolución como pueblo;
¡Me refiero a SU GENTE!

Éste espacio saluda hoy a la Familia Olivo Velásquez, descendientes de Lino Olivo y de Ygnacia Velásquez, provenientes de la zona montañosa de nuestro pueblo, caseríos que hoy poco recorremos y conocemos, pero que son dignos de recordar y tener presente, pues muchas familias provienen de allá.

Playoncito puede considerarse el lugar de origen de ésta familia guapeña, cuyos hijos nacieron en Guayas y que en sus andanzas de muchachos acompañaban a sus padres al pueblo, a vender granos y tabaco y también proveerse de lo necesario para volver a su hogar en el campo: sal, azúcar, ropa, kerosene...

De Lino e Ygnacia nacieron 9 hijos: 2 varones y 7 hembras.

Bernardina (+), la mayor, quien procreó 10 hijos y estos trajeron al mundo 28 nietos, luego 20 bisnietos.

Ursulino (+), engendró 5 hijos, quienes dieron origen a 14 nietos y 6 bisnietos.

De parte de Pascual (+) nacieron 8 hijos y se registran 34 nietos y 11 bisnietos.

Juana, la cuarta hija, quien fecundó 6 hijos, con 12 nietos y 9 bisnietos.

María procreó 8 hijos y de ellos nacieron 21 nietos y 6 bisnietos.

Felipa, al igual que su hermana mayor, fecundó 5 hijos de quienes han nacido 10 nietos.

Antonia (+) parió 3 hijos, y ellos trajeron 7 nietos y 2 bisnietos.

Yrma, quien tiene 4 hijos y 6 nietos.

Celia, la menor, procreó 3 hijos y ellos 7 nietos.

Registro entonces hasta la fecha, partiendo desde Lino e Ygnacia, una familia con 9 hijos, 52 nietos, 139 bisnietos y 54 tataranietos.

Los Olivo hoy viven en distintas partes del pueblo, generalmente en el sector Parte Alta o Malariología, la Calle Nueva y El Guamal. Aunque la agricultura es la principal ocupación de sus integrantes, de su seno se han forjado bachilleres y profesionales en diversas áreas: médicos, enfermeros, profesores, funcionarios policiales y administradores.

Yrma, quien suministró la mayor parte de ésta información que les comparto, con la mirada empañada de lágrimas me comenta algunas anécdotas de su familia, resalta que han trabajado duro desde pequeños, que ha prevalecido el deseo de superación en todos sus integrantes y que la unión familiar ha sido el motor para enfrentar las adversidades y seguir adelante. Sonríe cuando recuerda lo que un día les dijo su madre: “Nosotros no nacimos para ser semilla”

Con la colaboración de Yrma Olivo y Andy Álvarez,
Luis Enrrique Díaz
07 de septiembre de 2021

#ElGuapo

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