Gilbert Raúl Ruíz
(27/12/1962 – 27/11/1992)
Tal día como hoy, en el año 1992 a las 10:00 am, en la entrada de la Universidad Central de Venezuela (UCV – Puerta Tamanaco), bajo la gran tensión que reinaba en el ambiente, fue asesinado y dejaba de soñar un gran luchador social, mi hermano "El Gordo", comenta Silver Rogelio, El Flaco.
Entre sus camaradas y en el área de lucha, lo conocían como “Patica”, así como distintos apodos que usó debido a su inmersión en asuntos políticos que atravesaba el país. Desde muy temprana edad y hasta el momento de su muerte militó en Bandera Roja (BR).
Según relato de sus compañeros, al momento de su asesinato se encontraba desarrollando acciones de aseguramiento de las instalaciones de la universidad, centro de operaciones de las Fuerzas Cívico-Militar Insurgentes que accionaron para derrocar al gobierno de Carlos Andrés Pérez, operación en dónde BR tuvo una participación destacada.
El Gordo de Simoncito y Tita, se hacía compinche de Pavel, Viejo y Juvenal para comerse el bastimento, recuerda Tico haciendo mención a éste vecino guapeño. También agrega: “Además de su condición de luchador social, sus características especiales lo hacían tener muchos amigos. Los pozos del Río Guapo eran sus preferidos y desde pequeño acompañaba a su mamá, mujer trabajadora y emprendedora, al conuco que tenían al otro lado del río. Manifestaba su amor por nuestro pueblo, era amante de las aventuras de excursionista por las montañas de El Guapo. Celebré su participación en la excursión que un grupo de jóvenes de la población organizaron hacia el estado Guárico a finales de los años 70, recorriendo desde el lugar donde el Río Guapo se une con El Guayas, hasta Playa Grande, Playoncito, Campo Alegre, La Horqueta, Batatal, Guayabal, y llegar a Sabana Grande de Orituco. Tengo muchas anécdotas del Gordo en esa excursión, a pesar de ser un buen caminante en las montañas, a veces se quedaba atrás para compartir con otros miembros del grupo, a los que les gustaba realizar travesuras en las excursiones, o realizar las acciones para conseguir comida para el grupo. Destaca en eso la sustracción de unas gallinas al cura del pueblo, para saciar el hambre de los excursionistas. La muerte de El Gordo fue muy dolorosa para sus amigos, por la alegría que irradiaba su presencia. Sus familiares y amigos hoy lo recordamos con mucho cariño y lamentamos que esa bala del 27 de noviembre haya penetrado su cuerpo para traer dolor a sus allegados. Sin embargo, su recuerdo de hombre soñador, de inquebrantable en sus principios de vida, forman parte del legado que ha dejado para las generaciones futuras.”
Con la colaboración de Silver Rogeio Ruíz (El Flaco), Luis Alberto Hernández Cumana (Tico) y Carlos Mejías (Carlos Bola).
Luis Enrrique Díaz
Noviembre 2021
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