Disfrutar de los abuelos es un anhelo que todos tenemos. Es imposible no
emocionarse al tenerlos, reír con ellos y rememorar tantas anécdotas que han
reunido con el pasar de los años.
Justo Yánez, hijo del llanero León Figueroa y de la guapeña Juana Paula Yánez, recibe hoy el saludo en este espacio, a propósito de su cumpleaños Nº 94, día especial para sus familiares, amigos y vecinos.
“Ha forjado la historia del pueblo con sus propios haceres”, manifiesta Tico al referirse a Justo. Además, agrega: (…) cumplió decentemente funciones públicas como presidente de la Junta Comunal, fue Prefecto, Jefe Civil, Munícipe, presidente de Fiestas Patronales, sin dejar a un lado su pasión por el deporte y la actividad agrícola. Justo ha sido uno de los principales productores de naranjas de la población, trabajando diariamente la tierra en una parcela de su propiedad, muy cerca de la recta de Nuevo Guapo. Este sembradío fue severamente afectado por las inundaciones y la ruptura de la represa de El Guapo en el año 1999.
Aficionado deportista. “En lo recóndito de mi memoria lo veo jugando primera base para el equipo Los Locos, portar su gaceta hípica bajo el brazo con la esperanza de pegar un cuadro en el 5 y 6, y sentado en primera fila en los desafíos y peleas de gallos. Era un fiel acompañante cuando las cuerdas de gallos de El Guapo iban a competencia en otros lares”, agrega Luis Alberto.
El abuelo Justo, como algunos le llaman, es tremendo chacharachero (o chicharachero - evocando la inspiración de Carlos Mejías). José Félix, hijo de Leidy, recuerda infinidad de anécdotas divertidas protagonizadas por su abuelo, entre ellas la osadía de trasegar un licor barato a una botella de whisky para tildar de catadores malos a sus amigos del dominó, entre ellos Patricio Orta, quien se tomó mas de una botella sin descubrir el plan a tiempo. Yoglicet, hija de Yoel, también canta alegremente las palabras entrecortadas de su abuelo para interactuar con la muchachada, alargando la pronunciación de la última sílaba esperando que completaran de forma sonora. Entonces el “para donde van esas carají… esperaban el -tas- de las niñas; solo por nombrar una de estas frases.
Para los vecinos siempre ha sido una persona muy querida, “Justo Brito y Juan Tabares” pregona Carmen Elena para recordar los llamados callejeros a Justo Yánez. Siempre receptivo, cariñoso, atento y jugador de dominó junto a sus amigos, vecinos y familiares. Muchos pueden dar fe del cariño que abarrotaba esa casa en la Calle Cumbito, donde junto a su esposa, la Sra. Celestina Díaz, criaron a sus hijos: José Vianney, Yoel, Elina y Leidy; luego haciendo vida en el sector Pueblo Abajo, específicamente en la Calle Palo Verde, donde reside actualmente.
El caminante Justo Yánez es muy conocido en todo el pueblo, y su gentilicio le acompañaba a los caseríos cercanos, y también río arriba, montaña adentro. “Recorrimos Playoncito, Playa Grande, Campo Alegre y en todos los lugares nos encontrábamos a alguien que conocía a Justo Yanez”, enfatiza Tico al mencionar las veces que caminó, guiado por Justo y otros conocedores, las montañas que rodean nuestro pueblo. “Una vez llegamos hasta Sabana Grande de Orituco, fuimos a Guayas muchas veces, a Guayabal y no faltaba en el recorrido la comunidad de Batatal, donde vivía una hermana de Justo Yánez, la mamá de Américo Marrero. Tantas eran las andanzas, en grupos de hasta 23 personas, que en una oportunidad alertaron al Fuerte Militar de Chaguaramal sobre supuestos entrenamientos de una fuerza insurgente, por allá a finales de los setenta. Nos salvaron las declaraciones de mi papá y el señor Pedro Miguel Graffe, cuyo sobrino era jefe militar en ese entonces. Eran caminatas de visita, de reconocimiento y libre esparcimiento”, puntualiza Luis Alberto.
Estas andanzas también están impregnadas en la memoria de sus nietos y demás muchachitos del pueblo abajo. Andar con Justo Yánez camino al río, y hasta la represa, corriendo y gritando cada vez que él mismo improvisaba el rugido de un tigre, asustando a más de uno y gozando un imperio en el recorrido.
Tantas son las vivencias de Justo Yánez, los cuentos y saberes, que tal vez haya sido esa la razón de que hoy su memoria esté un poco afectada y que a veces le cueste comunicarse con quienes lo rodean.
Que llegue nuestro saludo a Justo Yánez, hoy en su cumpleaños, a sus familiares, vecinos y amigos.
Gracias; Tico, Yoglicet, José Félix, Sra. Elena.
Luis Enrrique Díaz
09 de agosto de 2024
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