Junto a San Felipe Neri, la Virgen de la Candelaria es considerada Santa Patrona de los guapeños. Manuel Hernández González en su libro “Los Canarios en la Venezuela Colonial” señala que el primer nombre que recibió El Guapo por parte de los españoles fue El Valle de Nuestra Señora de Candelaria y San Carlos. Así, investigadores han expuesto que en el principio los fundadores del pueblo habían propuesto su patronato para este valle, petición que fue negada puesto que en Panaquire, parroquia eclesiástica vecina, rendían culto a esta imagen de la Virgen María. Otros, afirman que su veneración en el pueblo se debe a la devoción de los De León, fundadores que impartían, además de su ejemplo de lucha y organización, creencias y vínculos con la Iglesia.
Recientemente, conversando con algunos amigos de Panaquire, me enteré de una versión sobre la historia de esta imagen de la Virgen de la Candelaria, la que tenemos en El Guapo. Resulta que sus antepasados comentan, y sus libros rezan, que ésta era la Virgen que enviaron a Panaquire a mediados de 1700, y por errores en el embarque y las rutas vino a parar a El Guapo... trámites se hicieron, embarcaron de nuevo la imagen para su retorno y con el pasar del tiempo el mismo error hizo que la imagen retornara a El Guapo.
Los creyentes hicieron eco de que era hecho de la providencia divina que esta imagen se quedara en El Guapo, y los habitantes de Panaquire gestionaron la fabricación inmediata de una nueva virgen.
Comparto este dato, y me identifico con su contenido, porque comparo la descripción de la Iglesia de El Guapo y sus haberes materiales para el año 1784 (visita del Obispo Martí) con la imagen que aquí paseamos por las calles del pueblo; y pareciera en verdad tratarse de la misma... Martí, en su libro de registros durante su visita a El Guapo detalló: “… (la iglesia) consta de una sola nave, con paredes de bahareque doble y cubierta de palma. El único altar mayor consiste en un nicho, dentro del cual hay una imagen de bulto, vestida, de Nuestra Señora de La Candelaria…”
Ah, la imagen está recién pintada y reparada... La última reparación que había tenido traía data de finales del siglo pasado. No siempre fue una imagen de piel morena, un sacerdote ordenó teñir la piel de color canela para identificarla con la piel barloventeña.
Luis Enrrique Díaz
04 de febrero de 2025
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