Los Papeles de Luis

Mis amigos parranderos En un valle mirandino, donde hay un niño sagrado, vive gente parrandera que con una tez guerrera su tesoro han conservado. Cuando llega el mes de enero hay una fecha esperada, todos recargan sus fuerzas y aún con situaciones adversas, dan inicio a la velada. Tengo amigos parranderos que este suelo han dejado, que hoy se encuentran con Dios después del último adiós, y serán siempre recordados. Tengo amigos parranderos que por acometividad, tienen vida diferente y anhelando abrazar a su gente, hoy no tienen libertad. Otros tantos que no han querido de su pueblo separarse. Por distintas realidades, lejos de familias y amistades, tienen fe de reencontrarse. Tengo amigos parranderos que me encuentro cada día, sobre todo en estas fechas cuando la amistad se aprovecha, y me llenan de alegría. Esta noche se improvisa y yo me siento orgulloso, que vengan los tamboreros. Tengo amigos parran

Por primera vez en más de 100 años de historia, la comunidad de El Guamal recibió la visita del Niño Jesús de El Guapo y sus fieles parranderos. Aunque existe la probabilidad de que alguna vez, hace muchos años, haya recorrido este caserío, el 18 de enero de 2020 se comienza a escribir en los registros históricos la visita a las casas de El Guamal. La bendición del Niño fue dejándose en cada vivienda, en un recorrido alegre y festivo. La concurrencia superó todo pronóstico y los pobladores mostraron lo mejor de sí, con una maravillosa organización y con una fe incalculable. La cofradía del Niño Jesús junto a la Sra. Teodosa Benítez fueron los promotores de ésta peregrinación, rápidamente sus familiares y demás vecinos se unieron a la organización. La juventud de El Guamal se apoderó de la parranda y junto a los muchachos de El Guapo impregnaron de alegría y devoción al Niño Jesús cada rincón. La actividad comenzó poco después del mediodía con el recibimiento

(Trabajo realizado por los estudiantes de 4to Grado, Sección B, de la E.B.B. Felipe Neri) Autores: Nirvelis Díaz, Gabriel Berrio, Lisanyeli Hernández, Víctor González, Daniel Iriarte y Yoimer Rodríguez. Docente: Prof. María Laya Diciembre, 2019   La Parranda del Niño Jesús de El Guapo es una tradición ancestral que se celebra del 5 al 6 de enero. Se pasea de casa en casa la imagen del Niño Jesús llevada en una cuna, cantando parrandas y aguinaldos. Es una manifestación cultural que tiene 108 años aproximadamente y fue declarada como Patrimonio Cultural del Estado Miranda el 6 de junio del año 2014. Desde hace mucho tiempo nos enseñaron a venerar la imagen del Niño Jesús. Los devotos pagan promesas y el Niño les concede salud y otras bendiciones. La tradición se basa en una actividad religiosa donde se exalta la solidaridad y la hermandad, el compromiso, la fe, la unión, la esperanza y la convivencia. Las actividades comienzan desde el día 4 de enero,

Músico y Cultor. Nació en El Níspero, caserío cercano a El Guapo, el 18 de abril de 1964; hijo de la Sra. Juana Dolores Castillo y de Juan Colina. Durante su niñez conoció al maestro Inocencio Caraballo, quien lo inspiró y motivó a iniciarse en la música, comenzando con la ejecución del “güiro” en los toques de bandola. Más adelante aprendió la ejecución del cuatro, las maracas y la bandola, convirtiéndose en poco tiempo en un músico integral, destacando en el canto y ejecución de distintos instrumentos musicales, sin descuidar su oficio como carpintero y luchador social. También fabrica instrumentos musicales como cuatro, bandola, maracas, tamboras y furrucos. Ha participado en diversas agrupaciones musicales de la población y ha llevado nuestra música a distintos escenarios a nivel nacional. En noviembre del año 2019 fue declarado como Patrimonio Humano Vivo del Municipio Páez, distinción que hoy lleva con orgullo y compromiso por mantener vivas nuestras tradiciones. L

(Trabajo realizado por los estudiantes de 4to Grado, Sección B, de la E.B.B. Felipe Neri) Autores: Jorge García, Hernán Arratia, Nohelimar Prado, Jamailes Rangel y Milany Domínguez. Docente: Prof. María Laya Diciembre, 2019 Ángel Matute, que venía desde el oriente del país, fue el que construyó la primera bandola en Río Chico, en el año 1918, esta era muy parecida a la oriental. Estaba sin empleo y se dedicó a este trabajo, construyendo bandolas, y a su vez, ejecutándola en las fiestas de la población. Jorge Alvarado es recordado como su gran aprendiz. Comenzó a tocar joropo tuyero, compuesto por arpa, maracas y buche (canto). A su vez, Alvarado tuvo varios discípulos, entre ellos destacan Regino Colina, Pancho Bolívar y Juan Rebolledo. A joropo que se ejecutaba en El Guapo se le conocía como “mirandino”, “guabineao” o “guabinito”. Estructura del joropo de bandola guapeña. -        Pasaje -        Guabina -        Yaguaso -        Encierr